Cada vez que llueve, los habitantes el municipio del municipio de La playa de Belén, deben volver al cementerio para verificar que sus familiares sigan allí. Hace unos años atrás había escuchado algo del lugar pero nunca lo conocí. Esta era la oportunidad ideal para saber si solo se trataba de un mito o por el contrario, me sorprendería.
Frente a frente
Como ocurre con la mayoría de los municipios de Colombia, el cementerio no da la espalda a la iglesia.
El camino
Para llegar al cementerio hay que subir por un camino inclinado. Varias cruces carcomidas por el salitre adornan el recorrido.
Entre óxido, flores y madera
Lo húmedo del terreno ha causado la oxidación de cientos de cruces de metal. No en vano, abundan flores y mensajes en ellas.
Los que salen
Hay que pisar con cuidado el prado y la tierra. El suelo luce inestable por los huesos que sobresalen en algunas partes.
Desgaste
Pese a que el tiempo y las condiciones climáticas ha causado cierto deterioro en los restos, muchos se resisten a desaparecer.
Espera
Otros restos permanecen inmóviles al pie de las cruces y las flores de sus familiares.
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